Fuente: Trade-News
Las propiedades de la madera como material constructivo y las ventajas de avanzar en la industrialización de la actividad ya son conocidas por una gran variedad de actores con poder de toma de decisiones o de incidir en ellas en nuestro país, tanto del ámbito público como privado. Esto se vio refrendado hace algunas semanas cuando representantes de diversas instituciones, industrias y gremios, convocados por Corbiobío y la Fundación Encuentros del Futuro, firmaron un acuerdo transversal en este sentido.
Durante los últimos años, han surgido instancias como Madera 21 de la Corma y Futuro Madera, con enfoques un poco distintos, pero con el mismo objetivo de promover este material como una solución para diversos desafíos que se nos presentan como sociedad, pero también haciéndose cargo de los retos que implica incorporar a la madera en mayor medida.
Un especialista que ha dedicado alrededor de 10 años de su trayectoria académica a la madera como solución constructiva es el académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la U. de Concepción Frane Zilic Montanari, quien actualmente ejerce como gerente del Programa Estratégico Regional (PER) de Industrialización de Construcción de viviendas en Madera de Corfo.
«Por diversos factores”, detalla Zilic, “estamos llegando a niveles bastante poco aceptables en la construcción tradicional, tanto desde puntos de vista ambientales como sociales y económicos. Por ejemplo, los precios de la edificación están cada vez más altos, las tasas de accidentabilidad también son elevadas, el empleo femenino es bajo y, además, hay una serie de factores ambientales como las emisiones de CO2 y la generación de desechos que también son extremadamente altas en la construcción”.
Todas estas consideraciones motivan un cambio de modelo en este sector productivo al igual que ha ocurrido con otros anteriormente. «Tenemos que revisar a fondo, la materialidad con la que estamos haciendo las cosas, porque no podemos seguir dando vuelta al planeta de adentro para afuera”.
Para el magíster en Construcción en Madera de la U. del Bío-Bío, estos desafíos plantean grandes oportunidades. «Dan mucho espacio a la innovación local en base a materiales propios y genera un potencial de desarrollo sostenible local muy importante y pareciera que, en nuestra región porque tenemos la industria forestal cerca, tenemos que usar más madera, pero en realidad, haciendo un análisis del problema, técnicamente, la construcción necesita maderas y da lo mismo, si es en el norte, centro o sur del país”.
En este sentido, el presidente regional Biobío-Ñuble de la asociación gremial PymeMad Víctor Sandoval Sanzana explicó que el PER significa oportunidades para las pymes del sector, porque “el hecho de estar estandarizando y desarrollando la industria, haciéndola más sofisticada, pensando en el valor agregado, nos genera incentivos, pero es muy importante para lograr esto ir generando apoyos tanto públicos como privados, porque las pymes no tenemos un respaldo financiero como de capacidad, por ejemplo, de desarrollo e innovación que nos permitan hoy resistir procesos largos de transformación”.
La construcción también implica oportunidades para agregar valor a los procesos productivos asociados a la madera y “una muy buena oportunidad para que el sector forestal tenga un rol activo en la sostenibilidad del país”, explica Zilic y cita como ejemplo el déficit habitacional que actualmente presenta nuestro país que ronda las 300 mil viviendas, 20 mil de las cuales corresponden a la región del Biobío.
“El objetivo debe ser la sostenibilidad de la edificación, necesitamos reducir huella de carbono, necesitamos reducir accidentes, necesitamos industrializar y hoy con los conocimientos que tenemos y con lo que sabemos, la madera es el mejor candidato, pero tampoco hay que cegarse a que sea la única solución y puede ser que más adelante tengamos otro otras maneras de resolver el problema”, enfatiza Zilic.
“La construcción tradicional se va a seguir haciendo”, agrega Sandoval, “y creemos que es muy importante que se haga de la mejor forma posible y donde la madera también siga siendo protagonista”.
Para Sandoval, en esto, resulta clave “ir fomentando y generando la información necesaria, no solamente a nivel de las empresas o de los actores que involucra esta industria, sino que también a toda la comunidad, hay aquí un tema social importante que trabajar con las personas, con los potenciales usuarios finales de las soluciones que vayan a salir a partir de este tipo de iniciativas”.
En el PER han participado activamente actores de diversos ámbitos porque el tránsito a la industrialización impone una serie de exigencias de distinta naturaleza.
Pasar de algo artesanal a algo industrial o pasar del hormigón a la madera, implica una revisión profunda de todas las maneras de funcionar de instituciones como los bancos, de las aseguradoras, de los estándares de calidad de los modelos contractuales, los tipos de profesiones, etc., es un cambio muy profundo que no se va a poder generar, si es que no incluimos a todos los incumbentes, dice Zilic.
En este sentido, actualmente, están trabajando en distintos en distintos proyectos relacionados con la definición de estándares de calidad para la construcción en madera. “Cómo vamos a definir cuando la construcción empieza a ser confiable, segura, a dejar atrás los problemas y, con otra iniciativa apuntar a un plan de descarbonización de la construcción”, explica.
Finalmente, detalla que también hay otras líneas que van por el lado de generación de información. “Vamos a generar insumos para que las pymes puedan tener los diseños y los detalles de fabricación de casas que estén aprobadas por el MINVU, y otras iniciativas que las orientarán en el acceso a instrumentos de apoyo a la inversión y en formación de capital humano, que es un componente absolutamente crítico, poder planificar cómo tiene que ser la secuencia de operaciones en la manufactura, pero también en el montaje de la obra, lo que requiere competencias que hoy día no están siendo atendidas por la formación tradicional”, cierra Frane Zilic.